Funes cuenta el backstage de la Feria de Editoriales Autogestionadas, en la que estuvo Tamarisco hace unas semanas, en una crónica de menos de mil páginas que nos hizo reír mucho.
"La hora del almuerzo en una ciudad que duerme la siesta puede ser letal. Por suerte había buen clima y, también, cayó Sonia para armar el stand de los Tamariscos (lo que le llevó unos 15) y me dijo en casa hay milanesas, ¿querés venir?
Iluminado por la gracia del Señor me agarré del bolsito y me fui a instalar a la casa de Rosa, la madre de Sonia. El bolsito ahora era un bolsito y no un cajón de cemento como antes. Los libros quedaron en el stand de venta que armamos con el Chicho y solo llevaba las cosas limpias" (...)
"La hora del almuerzo en una ciudad que duerme la siesta puede ser letal. Por suerte había buen clima y, también, cayó Sonia para armar el stand de los Tamariscos (lo que le llevó unos 15) y me dijo en casa hay milanesas, ¿querés venir?
Iluminado por la gracia del Señor me agarré del bolsito y me fui a instalar a la casa de Rosa, la madre de Sonia. El bolsito ahora era un bolsito y no un cajón de cemento como antes. Los libros quedaron en el stand de venta que armamos con el Chicho y solo llevaba las cosas limpias" (...)